Leerá, comprenderá y analizará diversos textos expositivos para elaborar uno en torno a una problemática actual y presentarlo en una mesa redonda.
Para que el texto expositivo se pueda entender y logre su intención comunicativa es necesario que tenga adecuación, coherencia y cohesión. Estos pertenecen a la organización e interrelación por las cuales se rige todo texto.
Adecuación: Es el registro lingüístico que se utiliza en un texto de acuerdo con su intención y el público al que va dirigido.
Coherencia: Es la unidad temática, todo lo que se dice debe ser acerca del tema principal.
Cohesión: Es enlazar las ideas y párrafos para que tengan continuidad. Para ello, se utilizan los conectores y marcadores del discurso. Se debe tener presente el buen uso de los pronombres, las conjunciones, los sinónimos y los signos de puntuación.
Estas propiedades dan forma al texto, cada una cumple una función específica que se resume en saber utilizar el lenguaje apropiado, mantener la unidad temática y unir las partes del texto sin roturas confusas.
Otras normas o reglas que tiene el texto expositivo son los recursos lingüísticos y no lingüísticos, siguiendo la estructura que ya se mencionó. Álvarez y Ramírez (2010) señalan seis niveles: a) paratextual, b) textual, c) párrafo, d) frase y oración, e) palabra y f) ortográfico.
El nivel paratextual hace referencia a los recursos no lingüísticos; estos son los recursos visuales y tipográficos. Entre estos se encuentran la letra usada para destacar cierta información, el uso de guiones, número o letras, el control de márgenes para ordenar y jerarquizar elementos, el uso de imágenes o ilustraciones para las representaciones mentales, índices y citas que refieren intertextualidad, comillas y subrayados que señalen unidades conceptuales, entre otros. También los títulos y los subtítulos para destacar el tema y subtemas.
El nivel párrafo es la unidad de escritura con sentido que puede estructurarse a partir de conectores; organizadores textuales; marcas de cohesión como elipsis, anáforas, repeticiones, sinónimos; así como el punto y aparte.
El nivel frase y oración contempla marcas textuales como signos de puntuación, tiempos verbales, orden de palabras ordenadas de manera lógica, organizadores y conectores que enlazan y dan coherencia a las unidades del texto (conjunciones, adverbios, locuciones), entre otros.
El nivel de palabra alude al léxico claro, denotativo, que evita la ambigüedad, la polisemia y los juicios de valor; es decir, el texto expositivo busca ser objetivo en cuanto a la información que presenta. Para ello, recurre a tecnicismos propios de la materia o tema abordado y a la adjetivación específica; utiliza sustantivos abstractos y concretos, dependiendo del texto (divulgativo o especializado).
El nivel ortográfico es también uno de los elementos importantes, y comprende la atención a normas ortográficas como las del uso correcto de la tilde, de los fonemas v/b, g/j, s/x, y/ll, h; y otras. También entra aquí el buen uso de los signos de puntuación (punto, punto y coma, punto y aparte, punto final, coma, comillas, paréntesis, signos de admiración e interrogación, guiones, entre otros).
Vuelve a leer los siguientes artículos y observa cómo se han aplicado estas normas textuales.
Artículo de divulgación: Los retos de Apolo y Artemisa
Artículo especializado: El ojo en el agua: el doble y la transformación en la loa y el auto del Divino Narciso
Álvarez Angulo, T., y Ramírez Bravo, R. (2010). El texto expositivo y su estructura. Revista Folios, (32), 73-88. https://www.redalyc.org/pdf/3459/345932035005.pdf